martes, 9 de febrero de 2010

la casa

La casa se levanta solitaria a la orilla del camino.

Vacía y muda de amor y palabras desde que se fueron los abuelos a dormir para siempre en la tierra bendita del cementerio.

Hoy está casi en ruinas, cerradas las ventanas y algunos cristales rotos por donde se cuela el viento.

En las habitaciones oscuras y vacías por donde jugando corríamos de niños. Quedo fría y triste la cocina grande donde antes siempre había risas y canciones, donde entre guisos se afanaba la abuela.

Geranios cuajados de flores en las ventanas, y al fondo, la larga mesa dispuesta con el mantel de los días de fiesta y la mejor vajilla esperando nuestra llegada.

Hasta las habitaciones ahora frías, vacías llegaba los olores de mi infancia, el olor a pan recién hecho, a café, a dulces, a manzanas, a los guisos mejores de la abuela. Hoy la humedad y el polvo son sus únicos dueños.

Quedaron vacíos los armarios, donde entre manojos de romero, guardaba la abuela su ropa, sus mejores manteles, las sábanas de hilo que bordara de joven con sus iniciales, y las del abuelo.

Corren hoy los ratones por la casa, la vieja y querida casa del pueblo. Negras arañas tejen incansables sus trampas por todos los rincones tratando de apresar todos los recuerdos de mi feliz infancia.


domingo, 7 de febrero de 2010

la dama del otoño

LLegó por el camino del río la dama del otoño,
Vestida de ocres, rojo, amarillos dorados mil colores en su ropa en sus cabellos en su corazón.

Llenos los bolsillos de golosinas, pasa dulces, avellanas, almendras, nueces. Los frutos del otoño.
Los niños la seguíamos como cada año hasta el banco del la plaza donde reposaba su cansancio del largo camino.
Nos llamabas por nuestros nombres nos regalaba frutos del otoño y caramelos
Relataba lo que sus ojos cansados habían contemplado por los caminos.
Entonaba canciones que hablaban de lugares remotos más allá de las montañas donde terminaba nuestro mundo.Nuestro pequeño universo.

A ratos se quedaba callada como escuchando una voz que la llamara de lejos
Tristes sus ojos casi trasparentes mirando el vació solo un momento fugaz que nos daba miedo parecía que no estaba allí que era solo un fantasma que nosotros imaginábamos.
Pronto volvía a nosotros y sonreía tristemente
Poco a poco nuestras madres nos llamaban llegaba la noche.

Nunca supe donde dormía la dama del otoño……
Quedaba sola sentada en el banco de la plaza en medio de la noche.
A la mañana siguiente cuando volvíamos a pasar camino de la escuela ya no estaba.
Solo quedaban pinceladas doradas del color de sus cabellos en los chopos de la carretera por donde ella pasara


frente al mar

He pasado la mañana frente el mar sentada en la arena fina y dorada, en el horizonte gris volaban bandadas de gaviotas otras gritaban sobre mi cabeza. Una lluvia fina mojaba poco a poco mi pelo, mi cuerpo y se filtraba hasta casi mojar mi alma.

El mar repetía su eterna canción me llamaba con su voz de sirena antigua, cada ola me susurraba ven ven ven…..descansa olvida descansa.


En el fondo, el mar te espera como los brazos amorosos del amante tras la larga ausencia, ven descansa te he preparado un lecho de algas y corales donde podrás descansar olvidar.

El que tú esperas ya no gritara tu nombre nunca más es inútil que esperes, ya no llegara corriendo llenando la playa con sus huellas

No te abrazara riendo ni caminara a tu lado por la arena nueva.
Se fue para siempre más allá del tiempo no esperes más.

Todo el dolor que te atenaza el alma desaparecerá en el agua calida, lo olvidaras todo cuando duermas en el fondo en tu lecho de corales y de algas, ven te estoy esperando deja de sufrir te espera tu lecho de alga